Título: El primer viaje de Sócrates.
Título original: The Paradox of Vertical Flight.
Autor: Emil Ostrovski.
Saga: -
Páginas: 222.
Año: 2013.
Editorial: Nube de tinta.
Me llamo Sócrates y siempre he sabido que soy adoptado. Pero hasta hoy, ignoraba cómo fue todo.
El día de su cumpleaños, mi padre biológico recibió la llamada de su ex: acababa de tener un hijo. Con una resaca de campeonato y en plena crisis existencial adolescente, fue corriendo al hospital. Su misión era, en teoría, entregarme a mis padres adoptivos, una familia de las de verdad, donde no me faltaría de nada. Pero cuando me vio, lo tuvo claro: antes, me llevaría a conocer a mi bisabuela Bob. La viejecita, por cierto, vivía en la otra punta del país...
Jack es un joven de dieciocho años, quiere estudiar filosofía en la universidad... y su ex novia, Jess, acaba de llamarle para decirle que está a punto de dar a luz a su hijo, al que va a dar en adopción. Pero cuando Jack mira al bebé —a quien bautiza con el nombre de Sócrates— a los ojos, decide secuestrarlo y llevarlo a conocer a su bisabuela Bob, que tiene alzheimer. Jack, junto a Tommy, su mejor amigo y Jess, emprenderá un viaje de lo más surrealista, lleno de reflexiones filosóficas más que excéntricas y encuentros con personajes curiosos.

He de decir que los personajes están más que logrados; más que personajes, da la impresión de que son personas de carne y hueso. Jack, el filósofo y romático emperdernido, quien se dedica a secuestrar bebés en su tiempo libre y tiene alguna que otra crisis existencial; sinceramente, Jack me ha en-can-ta-do. Tommy, algo bruto y torpe, pero con su corazoncito al fin y a cabo, y cuya amistad con Jack me ha tocado la fibra sensible. Jess, quien me ha acabado gustando a pesar de que al principio me ha parecido un poco estirada.
[...] Mira, los románticos ven películas románticas. No creo en el amor de los cuentos de hadas ni en las medias naranjas, y estoy casi seguro de que si le dijera a una chica de hoy en día que estamos predestinados a estar juntos porque ella perdió un zapato en un estúpido baile y resultó que yo lo encontré, bueno, seguramente sacaría un espray de gas pimienta antes de que yo tuviera tiempo de decir: «Alguien que nunca vio Cenicienta.»
En mi opinión, Emil Ostrovski ha hecho un trabajo impecable. Su estilo resulta refrescante y divertido, muy juvenil —teniendo en cuenta que sólo tiene 23 años—, y por supuesto, absolutamente nada pesada a pesar de la cantidad de reflexiones filosóficas que encontramos. Será porque la filosofía ha sido mi asignatura favorita en bachillerato —siempre he sido una chiflada de Aristóteles, Sócrates y Platón—, pero a mí me ha encantado el punto que le ha dado a la historia. Tengo claro que si el autor escribe más libros, pienso leerlos.
Lo cierto es que después de todo lo que han tenido que pasar, sobre todo Jack, me esperaba un final diferente, feliz y de cuento de hadas y menos realista, a pesar de saber que no podía ser. Sin embargo, en mi opinión eso no le resta puntos en absoluto, sino que hace que uno se dé cuenta de la vida real no es ningún cuento con hadas madrinas que puedan concederte deseos mágicos.
En conclusión. El primer viaje de Sócrates es una historia de lo más divertida y entretenida, que ha superado mis expectativas por todo lo alto y me ha sacado tantas carcajadas que me resultaba imposible seguir leyendo sin echarme a reír. ¿Recomendable? Por supuestísimo.
4/5★★★★☆
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